El aguacate crece en árboles en climas cálidos y se considera nativo
de México. Es considerado una fruta y no una hortaliza.
Por
cada 100 gramos, este alimento te puede aportar dos gramos de
proteína, 485 miligramos de potasio y 160 calorías, además de otros
nutrientes.
La grasa del aguacate es buena y consumirlo mejorará
tu salud. Además, te será muy fácil incorporarlo a tu dieta en
ensaladas, pastas o en un rico guacamole para tapear con tus amigos.
¿Te vas a perder sus excelentes beneficios?
Fuente de energía y de nutrientes
Es bueno para la artritis y es rico en luteína y zeaxantina,
dos compuestos importantes para la salud ocular.
Te ayudará a
absorber otros nutrientes. Si incorporas aguacate a tu ensalada, éste
facilitará a tu organismo la absorción de los antioxidantes de otras
verduras que pongas en ella.
Su alto contenido en fibra te
ayudará no solo a perder peso sino a reducir el azúcar en sangre y el
riesgo de muchas enfermedades.
Es bueno para el corazón,
contiene ácido oleico, como el aceite de oliva, que contribuye
aumentar el colesterol bueno y a reducir el malo así como a reducir
las inflamaciones.
El potasio te ayuda a reducir la presión
arterial. El aguacate contiene un 14 % de potasio frente al 10 % de
los plátanos, la fruta por excelencia fuente de este mineral.
Y para poder finalizar este menú Navideño te dejamos un postre
sano con el ingrediente estrella.
Crema de chocolate, aguacate y plátano:
Ingredientes:
● 200g de aguacate maduro
● 40g de dátiles sin hueso
● 25g de cacao en polvo sin azúcar
● 1 plátano maduro
● 50g de chocolate negro
● 1 naranja
● esencia de vainilla
● 150 ml de leche
Modo de preparación:
1. Sacar la pulpa del aguacate con cuidado..
2. Derretir el chocolate en el microondas con cuidado o al baño maría.
3. Triturar el aguacate con los dátiles, añadir el cacao en polvo,
una pizca de sal, la esencia de vainilla, ralladura de naranja y una
cucharada de zumo, y volver a triturar.
4. Incorporar el plátano pelado cortado en trozos, triturar y echar
también el chocolate.
5. Probar la textura y echar poco a poco la leche, añadiendo más o
menos según nos guste.
6. Volver a triturar el conjunto hasta tener una textura
totalmente homogénea y cremosa, sin grumos, con el espesor que nos guste.
7. Repartir en copas o cuencos, tapar con plástico film y dejar en
la nevera como mínimo media hora. ¡Listo!